Vendido
Medidas: 50 x 63 cm
Técnica: Óleo sobre tela, estilo dadaísta
Descripción de la obra:
Esta pieza es una crítica al tiempo y a cómo nos atrapa en una vida marcada por la rutina y el estrés, consecuencia de un sistema que hemos construido como sociedad. Nos convertimos en prisioneros de un ciclo que nos desvía de los valores esenciales de la vida.
La composición presenta un atardecer surrealista con cuatro soles en distintos puntos de rotación, simbolizando el paso incesante del tiempo sobre un paisaje costero. En lugar de estrellas, el cielo infinito está lleno de relojes de diferentes épocas, flotando en un vasto universo donde cada uno representa una era, una forma de vida atrapada en su propia cuenta regresiva.
En el mar, una corriente actúa como hilo conductor que conecta los relojes, los cuales arrastran consigo figuras humanas. Estas personas, encerradas en sus propios relojes, encarnan nuestra prisión individual frente al tiempo. Esta obra refleja mi propia visión desde dentro de esta prisión, en la que el tiempo se convierte en un destino ineludible.
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